El Llerenense cumple con honor pero desciende a Tercera

Poco consuelo existe cuando se consuma un descenso, pero el Llerenense se despide de Segunda RFEF con el orgullo de haber caído con honor y de haber cumplido con su parte.

450 representantes de la animosa parroquia visitante ocuparon uno de los sectores de preferencia para arropar a los suyos en uno de los envites más importantes de la historia del club. En esa cita no pudieron vestir su uniforme, porque el trencilla determinó que las dos equipaciones del Llerenense podían confundirse con la blanquinegra del Badajoz y los de la Campiña Sur tuvieron que saltar al verde con la segunda (camiseta azul y calzonas negras) de los locales con el escudo tapado.

Los de Luismi ganaron con claridad y merecimiento (2-3) a un pobre Badajoz al que Narváez libró de una sonrojante goleada con varias paradas de mucho mérito. Pero los de la Campiña Sur no eran plenamente dueños de su destino y el resto de actores le abocaron a un abismo que no merecieron. El coeficiente de goles fue el verdugo de un condenado que se resistió hasta el último momento a hincar la rodilla.

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