

Diez años han pasado desde el descubrimiento de uno de los hallazgos más mediáticos en la ciudad romana de Regina Turdolorum. Diez años desde el descubrimiento de la Dama de Regina, una figura de la diosa Juno en un estado envidiable y que prometía ser uno de los grandes atractivos de la arqueología extremeña, y más concretamente de la Campiña Sur.
Pese a ello, y para la sorpresa del paso del tiempo y, por supuesto, para los vecinos de la zona, la figura no ha llegado a ser expuesta al público general en ningún momento.
Pero ordenemos cronológicamente los hechos: la pieza se descubrió un mes de julio de 2010 a escasos diez centímetros de la superficie en la zona del foro, en lo que pudo ser su templo, gracias a un programa de excavaciones arqueológicas de un taller de cualificación que trabajaba conjuntamente a un grupo de estudiantes de las universidades de Sevilla, Cáceres y Madrid. Juno estaba tallada en mármol y en una posición sedente en perfecto estado.
Una vez revelada, llamó especialmente la atención de sus detalles, como la botonadura, el cinturón con su correspondiente nudo o los propios pliegues del vestido, calificados de «una calidad escultórica extraordinaria».
En su momento, el director de la excavación, el portugués Luís Felipe Nobre clamaba orgulloso que había sido su descubrimiento más importante hasta el momento.
Agustín Castelló, alcalde de Casas de Reina no ocultaba su satisfacción y felicidad: «ahora irá al Museo Arqueológico de Badajoz para ser limpiada, prepara y ser expuesta al público, supongo» comentaba en un reportaje realizado por Canal Extremadura. Ese «supongo» no iba muy desencaminado, pues no había certeza alguna ni confirmación de que esa figura ocupase el lugar que le correspondía en unas vitrinas. Nunca sería expuesta. Su destino era acabar en una bolsa de basura de un almacén. ¿Por qué este porvenir? El museo pacense alegaba falta de espacio.
Los responsables la asociación Regina Viva, entidad que se encuentra en el epicentro de la noticia, coincidiendo con el aniversario, han mostrado su malestar: «Los responsables del patrimonio extremeño siguen mirando para otro lado y los políticos, y los de antes y los de ahora, también». Esta preocupación se extiende al propio Castelló, alcalde de Casas de Reina y uno de sus principales defensores, que ya hace once años reafirmaba su valor calificándola de «talla de belleza extraordinaria» y lanzando años atrás los cuatro vientos su sentimiento felicidad: «estamos muy contentos porque hace dos años descubrimos en un pozo tres cabezas, del genio de la ciudad, de un príncipe Julio Claudio y otra del emperador Trajano (la única en Extremadura y de las pocas en la península); pero esto lo supera».
Los vecinos de la zona, ante el recuerdo, han vertido sus opiniones y pensamientos de diverso contenido, aunque todos coinciden en el tono melancólico y el sentimiento de perder una oportunidad para exhibir una pieza única: «Nunca deberían de arrebatarle a un pueblo su historia y su cultura, te la llevas la estudias y la devuelves a su pueblo, Casas de Reina, que es donde pertenece», dice uno de ellos, mientras que otro expresa incredulidad por «tener un tesoro en el almacén» o la pena «de que se prive a un pueblo de su patrimonio para nada».
Isidro Díaz, responsable de prensa del Museo de Regina aboga, al igual que la mayoría de los vecinos de la zona, por esa tan necesaria creación de un museo de sitio: «Está claro que, si se decidiera dar el paso de realizar un museo de sitio en las Casas, tendría muchísima calidad debido a la importancia de los restos aquí aparecidos». Si ir más lejos, en unos días también se cumple el aniversario del hallazgo de la cabeza del emperador Trajano.
Pero la polémica no acaba aquí. El propio Museo de Badajoz expone actualmente un fragmento de una estatua (apareció en el derrumbe de un edifico en Llerena, en 1983 y hasta el 87 no fue depositada en el Arqueológico de Badajoz, donde está expuesta) de la cual se dice que podría ser la parte inferior de la diosa Juno. Ha sido el mismo arqueólogo Andrés F. Silva el encargado de realizar un estudio que lo corrobora.
«Qué curioso el Museo de Badajoz que exponen los pies de una escultura y se dejan el busto tapado por una bolsa de basura en un almacén ¿Hay pocas ganas de trabajar o escasez de personal?» dice un usuario en redes sociales. El malestar ante la situación es latente.
Regina Viva ironiza con el asunto: «para que van a molestarse en sacar la estatua, comprobar si casan los fragmentos, unirlos si es el caso, hacer una nueva peana... Lo de la falta de presupuesto es muy recurrente, aunque sea para justificar el cambiar las cartelas de las vitrinas escritas con máquina de escribir por otras de ordenador...»
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