Los empresarios llerenenses se cansan de las restricciones: «Son una salvajada»

Malestar entre los empresarios de Llerena pertenecientes a los servicios no esenciales. Las restricciones vuelven a hacer cerrar sus negocios. No es la primera vez que esto sucede, algo que viene dándose intermitentemente en el último año junto a cambios de horarios, de aforo, etc.

La situación les cansa, y especialmente cuando el cierre viene dado por el número de habitantes de una localidad y no por la incidencia acumulada. Concretamente, Llerena, a día de hoy cuenta con 12 casos activos.

Los autónomos de la localidad tienen que mantener un negocio, pagar impuestos y una cuota de autónomo, que no hacen más que asfixiarles día tras día, semana tras semana.

Enrique Brenes pertenece a este colectivo afectado y trabaja en un bar familiar: «Las medidas son una salvajada, sobre todo por no tener en cuenta la incidencia, cuando hay pueblos que están peor y no cierran. Estamos con el agua al cuello y da igual la incidencia. Aquí la gente se está comportando y es una dura noticia».

«En las localidades que estamos bien, ¿por qué nos cierran? Es lo que no tiene sentido», se pregunta el hostelero.

Por si fuera poco, en esta segunda semana de cierres, han sumado al mundo de los establecimientos deportivos. Manuel González y Paco Méndez, dueños de dos conocidos centros deportivos de la zona cuentan que «lo primero que haces es pensar en tus clientes y en cómo habrán tomado las decisiones que esto es una sin razón» y que «el problema no está dentro de los centros deportivos, sino en las fiestas ilegales», respectivamente. Ellos, como casi todos, están «indignados».

Las nuevas medidas alargan durante dos semanas más la situación, con una posible revisión a los siete días, algo que se muestra con muy pocas posibilidades de cambiar para estas medianas y pequeñas empresas del sur de Extremadura.