La presidenta de AFENAD habla sobre el proceso electoral de la asociación
Marisa Jiménez, presidenta en funciones de AFENAD (Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias de Llerena y Comarca), ha convocado una rueda de prensa para explicar, desde su punto de vista, el proceso interno que vive la asociación.
Jiménez, tras destacar el trabajo con enfermos y los logros conseguidos durante la trayectoria de la asociación, ha expuesto su versión de los hechos a través de la lectura del siguiente comunicado:
Esta junta directiva toma posesión de su cargo en julio 2017 y debería terminar en 2021. Hasta ahí correcto. A los 8 meses la señora secretaria dimite de su cargo y, dada a la importancia de este cargo, se convoca una asamblea para reajustar la junta directiva y cubrir este puesto. Dado lo que cuesta implicar a la gente y que nadie quiere asumir estas obligaciones o funciones, se pide asesoramiento al registro de asociaciones de la Junta de Extremadura y nos recomiendan que se cambien los estatutos y se adapten a los cargos con los que se cuentan. Así, llevamos esta información a la asamblea, donde se reajustan los cargos, se quita la figura de vicepresidenta y esta pasa a ser secretaria y se hace el cambio en los estatutos. Todo esto aprobado por mayoría absoluta de los asistentes.
Transcurre el tiempo y, llegada la fecha de los cuatro años como indican los estatutos, nos ponemos en contacto con el registro de asociaciones y cuál fue nuestra sorpresa cuando nos dicen que hasta mayo del 2022 no hay que renovar, dado que la última está registrada en 2018, cosa que nos extraña, pero se supone que estos dominan el tema mejor que nadie y llevan la razón. Más tarde, volvemos a preguntar porque empezamos a escuchar que eso no puede ser, hasta en tres ocasiones se pregunta y con respuesta de dos funcionarios diferentes. En la tercera y última se pide un certificado por escrito, documento que cualquier socio que necesite ver se le podrá enseñar en el centro, por supuesto.
Ya en la asamblea, con fecha octubre del 2021, unas socias nos vuelven a preguntar y aseguran que eso no puede ser así y ya se nos creó más duda aún. En este intervalo se vuelve a llamar al registro de asociaciones, pero en esta ocasión se habla con el jefe del servicio y no con los técnicos que en reiteradas ocasiones nos insistían en lo comentado anteriormente. Este señor tiene otra visión del tema: aconseja convocar elecciones y que la asociación no se vea envuelta en problemas. Inmediatamente se convoca una reunión de la junta directiva restante para informar.
En ese intervalo se registra en el centro un documento firmado por un número de socios, quejándose de la gestión de esta junta directiva y pidiendo la inmediata dimisión, solicitando para ello una asamblea para convocar elecciones. Vista esta situación, la junta directiva toma la decisión de convocar dicha asamblea con fecha 3 de enero e inmediatamente, tras convocar, dimite, ya que no quieren crear polémica alguna y total, una fecha u otra no importa.
Llega el día tres y, a última hora, la secretaria informa de su situación sanitaria de covid y su imposibilidad de asistir. Dada la importancia, se decide seguir con la asamblea, ya que había socios muy descontentos con la situación creada por los periodos de la junta directiva. La verdad que, por el desconocimiento de la presidenta, ya que nunca se había dado el caso, la asamblea continua adelante sin la presencia de la secretaria. Algún socio pregunta y esta dice que ella misma tomará nota de los acuerdos sin saber que esto no se puede hacer.
Siguiendo los puntos de orden del día, los cuales eran decidir cómo se desarrollarían las elecciones con lista cerrada o abierta y fecha de estas, ya se empieza a divagar y se sale del orden del día, se dan voces y se caldea el ambiente. La presidenta ha de llamar al orden varias veces. Ya con el cabreo de algunos, se empiezan a tomar acuerdos no muy acordes con los estatutos. Se decide que con diez días naturales es suficiente, según algunos socios, entre ellos el señor Cortés Espadiña, para decir a los socios el plazo de presentar candidaturas. La presidenta protesta diciendo que, como mínimo, se necesitan 15 días, como bien dicen los estatutos para convocatoria a socios, y que estando el día de Reyes en medio y el fin de semana deberían ser quince días para avisar a los socios y después los diez para la presentación de candidaturas. Aun así, nos ponemos a trabajar, recopilando todos los datos, con el inconveniente de estar bajo mínimos de personas que pudieran agilizar el tema, por bajas, vacaciones y otras enfermedades, dado que la administrativa, que está de baja, es la persona encargada de este trabajo y es la que sabe dónde están listados y demás. Aun así, deciden que es suficiente con los diez días para todo. Resaltar que fue una asamblea caótica, en la que algún socio planteó que trabajadores no se presentaran para la nueva junta directiva. Simpatizantes de una futura candidatura lo sometieron a rápida votación, exponiéndoles yo como presidenta que va contra estatutos, ya que cualquier socio tiene derecho a ello. Aun así, lo deciden.
En otro punto se concreta como será el proceso selectivo. La presidenta dice que unos días antes de las elecciones se extraerá el censo y se cierra para votación. Algunos socios y, concretamente el señor Cortes Espadiña, protestan y dicen que no, que, si se apunta algún socio nuevo, puede darse de baja tras votar -cosa que pudiera darse el caso con cualquier otro socio que también quisiera darse de baja después de votar y habiendo pagado su cuota anual igualmente-. Deciden que desde ese día se cierra censo y nadie más pueda optar a hacerse socio. La presidenta protesta y dice que no se debe vetar a quien quiera hacerse socio.
Se pone fecha de la votación para el 20 de enero. La presidenta protesta, ya que cree que se debería comunicar a los socios las candidaturas antes del día de la votación y, así, hacérselas saber para decidir con tiempo, ya que el 13 era último día para presentar candidatura. Otra decisión tomada, esta propuesta por la presidenta, es poner un intervalo de dos horas para la votación, para más fluidez, ya que hay más de 400 socios, por tema covid y por otras necesidades personales, se discrepa, quieren poco tiempo para votar. ¿Por qué?
Se propone nombrar una junta electoral. Al final se eligen dos personas al azar, que resultan ser simpatizantes de la candidatura de Cortes Espadiña, para formar la junta electoral responsable del proceso. En definitiva, como pueden ver un auténtico golpe de estado. Esa es la percepción que yo tengo. Al salir de la asamblea, no estando de acuerdo algunos asistentes, entre ellos la presidenta, ya que hay decisiones que van contra estatutos y la propia ley de asociaciones, se decide consultar legalmente y a la vez seguir el proceso por si esto no fuera así.
En el centro de trabajo, habiendo dos personas de baja, una de ellas es responsable del correo, teniendo bajo su custodia el listado de socios. Faltando personal ausente por vacaciones, las cartas se escriben e imprimen a duras penas. Aun así, con el esfuerzo por cumplir de esta junta directiva, incluso sin saber dónde la administrativa tiene las cosas, haciendo esto hasta altas horas y teniendo que escribir a mano mucha de ellas, se empiezan a desarrollar ya los sobres. Queda el centro bajo mínimos entre bajas y vacaciones. Se imposibilita aún más la tarea. Aun así, el lunes a primera hora se envían las cartas terminadas el fin de semana. Se nos comunica que esos acuerdos no pueden ser tomados así, a prisas y a locas, sin un número mayor de socios y que es recomendable hacer las cosas bien, en tiempo y forma. Y en una cosa lleva razón el señor Cortés Espadiña, la asamblea es soberana, pero no está por encima de la ley y de los estatutos.
Empiezan a llegar quejas de socios de la llegada de la notificación, siendo esta recibida en algunos casos a fecha posterior a la fecha fijada como tope para presentar candidaturas, mostrando su disconformidad y pidiendo se tomen medidas y se rectifique, además de haber tomado acuerdos no constando en el orden del día.
En este intervalo se registran dos candidaturas cumpliendo con la fecha acordada -día 13 hasta las dos de la tarde-. El viernes se persona, habiendo avisado con anterioridad, la junta electoral a por el censo y las candidaturas se ponen a su disposición encima de la mesa. Se les comunica que estamos acogidos a la protección de datos y que se están haciendo gestiones con nuestra consultora de cómo poder facilitar los datos sin tener problemas y que se están recibiendo muchas quejas de socios y se ha pedido asesoramiento legal. También se les explica la fecha en la que se registraron dichas candidaturas y estando en correcto plazo hay una candidatura, precisamente la del señor Cortés Espadiña, que no se puede dar por válida por no estar acorde con los cargos que recogen los estatutos, ya que lo máximo en la candidatura según estatutos son seis, siendo los cargos de presidente, secretario, tesorero y de uno a tres vocales.
También se le transmite a la junta electoral que en dicha candidatura hay siete personas, está puesto el cargo de vicepresidente y también uno de los vocales no cumple con el requisito de estar al corriente de pago con la cuota de socio, cosa que especifica los estatutos también. Se les explica que con dicha candidatura el centro también se vería perjudicado, puesto que a la subvención de la que obtenemos más financiación, al ser por concurrencia competitiva, es decir, el que más puntos tiene más fácilmente lo puede conseguir. Con la candidatura presentada, perderíamos un punto al no contar en ella con una representación de mujeres del al menos el 40%. Se hubiera anulado porque no se ajustaba a estatutos, pudiendo haberla anulado en el acto. Sin embargo, se cree que lo justo es que todo el mundo pueda presentarse democráticamente y comenzar el proceso de nuevo sumando este hecho a los demás se decide posponer las elecciones.
Todas estas cuestiones son explicadas y también se les comunica que la junta directiva se reúne de urgencia al no dejar de recibir quejas de los socios al recibir las cartas fuera de tiempo y forma y haberse tomado decisiones no contempladas en el orden del día y que se va a valorar el parar el proceso y convocar una nueva asamblea y hacer las cosas conforme estatutos en tiempo y forma. Como el tiempo va en contra para avisar a los socios, la presidenta se toma dos días de sus vacaciones para poder cumplir y avisar a tiempo y repartir las cartas en mano. Las de Correos salen el lunes 17 a primera hora, creyendo tiempo suficiente.
Se vuelve a coger los datos que tienen registrados de los socios, resultando después que no están actualizados y hay gente, como bien ha dicho don Cortes Espadiña, no les ha llegado la carta al haber cambiado de domicilio y no haber avisado de ello, las cartas están en destino diferente pero entregadas.
El día 20, como también se ha dicho, pero obviando el dato de haber sido avisados, se personan en el centro dicen un centenar de personas, casualmente la mayoría afines y familiares del señor Cortés Espadiña. Dichas personas van avasallando a voces, empujando puertas, tocando al timbre sin parar y acosando a la persona que en ese momento se encuentra realizando su trabajo, lo cual que se les ha olvidado comentar a algunas personas. Al tener conocimiento de esto, la presidenta va a la policía con audios demostrativos de lo dicho, se los enseña a estos y se personan allí para calmar los ánimos e invitar a abandonar las puertas del centro. Estos dicen de quedarse pacíficamente hasta la hora en la que debería terminar el proceso si este hubiera seguido su normalidad. Cuando abandonan las cercanías del centro en los carteles informativos del centro escriben la palabra 'fascistas' y 'Esto no es Venezuela y Afenad no es una escuela'.
Quiero quedar claro que esta junta directiva en ningún momento está eludiendo la convocatoria de elecciones para renovar sus cargos, cosa absurda. Nada es eterno, de hecho, ya ha convocado una asamblea en la misma carta donde se aplazaban las elecciones para el próximo día 7 de febrero con objeto de fijar las bases de ese proceso de forma que se garantice el derecho de participación, tanto para elegir como para ser elegido, de todos los socios y socias. Ha tomado esa decisión porque la anterior asamblea quería imponer acuerdos contrarios a los estatutos, como privar el derecho de ser elegido de una parte de los socios, solo por su condición de trabajadores, y, además, acortó tanto los plazos para presentar candidaturas (diez días con cuatro festivos al medio). Esta junta directiva no va a permitir que, por ellas, y por no hacer las cosas conforme a ley y a estatutos, se vea empañada la trayectoria de una asociación que tanto bien ha hecho para las familias afectadas por estas terribles enfermedades.
Si de verdad las otras personas que se han manifestado tienen el mismo interés que la junta directiva saliente, que es únicamente el de la asociación, no tendrán problema alguno en someterse a un proceso electoral limpio, transparente y con plenitud de derechos en cuanto a la participación de los socios y las socias, que es lo único que esta junta pretende. Por ello, desde aquí hago un llamamiento a todos los socios a que acudan a la asamblea convocada para el día 7 de febrero en el Centro Cultural La Merced y ejerzan su derecho.
Afenad somos todos.
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