Rodríguez Palop: «A veces los obstáculos no son las ideologías, sino las personas»

María Eugenia Rodríguez Palop ha dicho adiós a la política una vez finalizada la novena legislatura del Parlamento Europeo. Este ciclo comenzó en 2019, cuando Pablo Iglesias y Alberto Garzón le pidieron encabezar la candidatura europea de Unidas Podemos tras la renuncia de Pablo Bustinduy, y ha concluido este mes de julio. También se sumó en 2023 al proyecto de Yolanda Díaz, Sumar, donde se ha desempeñado como coordinadora de programa en la campaña de las últimas generales y, más adelante, como responsable de Internacional y Europa.

Su nombre estuvo en las ternas como posible ministra tras la conformación del primer Gobierno de coalición entre el PSOE y Sumar y también recibió propuestas para ocupar puestos en secretarías generales del Ejecutivo nacional. Sin embargo, su intención siempre había sido permanecer en Europa.

Con la número uno ya designada, se iniciaba la lucha entre los diferentes partidos integrados en Sumar por aupar a sus candidatos cuanto más arriba posible en las listas. Los vencedores fueron los Comunes y Compromís, que ocuparon la segunda y la tercera posición, respectivamente. La extremeña se quedaba sin hueco, al menos, en los puestos que contaban con opciones de llegar a Bruselas, entre los cuales, reivindicando su trabajo en los últimos años, Palop esperaba estar. No fue así y, ante esta situación, decidió no aparecer en las listas y, posteriormente, abandonar todos sus cargos en el partido fundado por la actual vicepresidenta segunda del Gobierno, que sólo consiguió tres escaños en los comicios europeos.

La extremeña abandona satisfecha lo que considera «el parlamento más democrático del mundo» y comparte su agrado por haber trabajado en un espacio con menos exposición que la política nacional, donde «no se alimenta el ego como en el resto de parlamentos estatales», afirma.

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