Valentín Cortés, alcalde de Llerena entre 1999 y 2019. P. D.

Valentín Cortés (I)

«Siempre es difícil cerrar una etapa»

El exalcalde de la localidad dice adiós a la política al final de la presente legislatura y repasa con HOY su amplia trayectoria

Paco Díaz

Llerena

Martes, 28 de marzo 2023, 12:17

Valentín Cortés Cabanillas (Llerena, 1957) inicia su despedida. Tras varias décadas de responsabilidades políticas, entre las que destacan la alcaldía de Llerena (1999-2019) o la presidencia de la Diputación de Badajoz (2007-2015), el político llerenense finalizará su trayectoria pública una vez termine la presente legislatura, en la que ha ejercido como vicepresidente tercero de la Asamblea de Extremadura.

A lo largo de varias décadas en la política, Cortés ha tenido otros papeles como jefe de Gabinete de la Consejería de Presidencia y Trabajo, de la de Economía y Hacienda y de la de Economía, Industria y Hacienda de la Junta de Extremadura o senador. Además, es funcionario en excedencia del SES y ejerció como director de Gestión de los hospitales de Llerena, Mérida e Infanta Cristina, pasando también por otros lugares fuera de la región como Tarrasa y Sevilla. Además, fuera de la política y la sanidad, también estuvo en el ejército, donde pudo licenciarse como sargento; en el fútbol, donde fue un jugador capital en el Llerenense; en los repuestos de SEAT de Llerena; e incluso fue agente de seguros.

En el 1996 se centra por primera vez en la política local -tras un breve paso como concejal de Cultura, Juventud y Deporte en 1987- y accede a la secretaria general del PSOE en Llerena. Posteriormente también pasa a formar parte de la Ejecutiva Regional liderada entonces por Juan Carlos Rodríguez Ibarra. «A partir de ahí tuve una implicación más directa porque ya tenía la idea de ser candidato para las siguientes elecciones», explica Cortés. En 1999, sus primeros comicios como candidato, los socialistas alcanzaron por primera vez para el PSOE la mayoría absoluta en Llerena y, hasta las elecciones de 2015, las listas lideradas por Cortés Cabanillas consiguieron vencer en cuatro legislaturas más, todas con mayoría absoluta de 9 sobre los 13 concejales totales con los que cuenta la Corporación Municipal del Ayuntamiento de Llerena.

- ¿Cuáles son sus planes cuando acabe la legislatura? ¿Cree que volverá a la política?

- Nunca se puede decir que no de forma definitiva, porque en la vida los momentos cambian, pero yo, cada vez que he cerrado una etapa, la he cerrado y me ha ido bien. Estamos en un año donde va a haber elecciones generales y sé que esa era una posibilidad para mí, pero yo ni me la planteo ni digo que me la hayan planteado. Siempre es difícil cerrar una etapa. Es difícil llegar, pero más difícil saber irse en cualquier faceta de la vida. En el año 1990, cuando dejé el fútbol, yo era el capitán del Llerenense, fui el máximo goleador esa temporada y además ascendimos a Tercera División. Cuesta trabajo, pero luego, con la perspectiva del tiempo ves que fue una decisión acertada.

Lo que más me ha marcado es la muerte de mi amigo y teniente de alcalde durante mis primeras legislaturas, Manolo Fernández Tardío. Eso me hizo pensar que la vida en un momento dado cambia el rumbo. Ahora, con mis dos hijos fuera, voy a poder viajar con más normalidad y disfrutar de la vida. Eso es lo que me planteo ahora. No pretendo asumir nuevas responsabilidades de cualquier tipo, porque yo siempre he dicho que el cansancio llega, pero se sobrelleva cuando hay pasión por lo que estás haciendo. Yo he tenido pasión por la política local, pero no me veo ahora mismo gestionando en otro sitio.

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- ¿De dónde viene esa pasión por la política?

- Yo soy de los que cuando he opinado sobre cosas que podrían mejorarse, que podrían hacerse de una forma u otra, me ha gustado no solo el discurso, sino también meterme y echarme al ruedo. Lo fácil es hacer el discurso y quedarte en la barrera. Hubo momentos en los que no tenía muy claro dónde estaba políticamente, pero sí donde no estaba. Haciendo un análisis de las circunstancias que había, me afilié al partido con el que más sintonía tenía y con las personas con las que creía que podía encauzar un proyecto de futuro. Entonces fue cuando me afilié al PSOE, en 1983. Lo hice sobre todo por la política local. Yo creía que las cosas se podían hacer de otra forma, que Llerena tenía unas potencialidades que no estaban aprovechándose. En esos veinte años como alcalde he tratado de llevar a cabo un modelo de ciudad que era el que consideraba que Llerena podía tener, sabiendo que quedan siempre cosas por hacer. Llerena tiene su historia y su patrimonio, eso nadie te lo va a quitar, pero había que ponerlo en valor.

- ¿Cómo valora su etapa en la política local cuatro años después de su final?

- Mi etapa más intensa fue la de la política municipal, no tiene ningún tipo de comparación con ninguna otra. La política local te absorbe todo lo que quieras. Si te quieres involucrar, estás pensando las 24 horas del día en el proyecto de ciudad que tienes, en qué es lo que quieres hacer, en los problemas de los vecinos o los problemas que surgen. Estos cuatro años que he estado en la Asamblea yo los comparo con el buzo que sube de las profundidades porque necesita una descompresión, porque el problema allí no lo tienes tan cercano, el ciudadano no te viene con su problema. También había que estar presente en muchos actos y eventos. Si tú quieres estar en todo, al final eso es tiempo. Cuando me he ido de la política municipal sí he tenido la satisfacción de haberme marchado con un grado de aceptación muy alto de los ciudadanos, pero creo que, después de 20 años como alcalde, ya era hora de dejarlo.

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«La política me ha hecho ser más reflexivo»

Valentín Cortés

- Las redes sociales han incrementado su poder e influencia durante su trayectoria y en la actualidad tienen un papel fundamental en la comunicación política. ¿Por qué nunca optó por hacerse un perfil en ellas?

- Yo estaba presente en la mayoría de sitios y no he tenido ningún problema para, cuando había cualquier cosa, salir a hablar. Me gusta más la relación personal, no la de las redes, sobre todo, porque he visto que hay mucho cainismo y mucho perfil falso. La gente ante el anonimato dice las mayores barbaridades. Ya nos pasaba en la web del Ayuntamiento, donde había un apartado de mensajes. Hubo que hacer un control, no porque se metieran con los políticos, sino porque ponían verde a ciudadanos. No me he sentido nunca a gusto y no quiero estar ahí. Me ha ido bien y no voy a estar, a no ser que sea para buscar buenos amigos y amigas, solo para temas lúdicos.

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- A lo largo de su trayectoria, ¿cuál ha sido la experiencia más agradable y la más amarga que ha vivido?

- La más satisfactoria fue cuando ganamos las elecciones del año 1999 por mayoría absoluta. Mi padre se había operado hace poco de un cáncer de colon y no podía estar con nosotros como a él le gustaba. Cuando se confirma el séptimo concejal salgo con mis dos hijos corriendo y me voy a casa a ver a mi padre. También el día que me dicen que me van a proponer como presidente de la Diputación de Badajoz tuve una gran alegría.

Recuerdo como tema muy desagradable la situación que se dio en el 2006 cuando se suspendió la corrida de toros del famoso Tarazona, que fue un fraude, lo mismo que hizo con otros espectáculos que quiso montar, porque organizas las cosas con mucho cariño y ves, sobre todo, que hay mucho buitre que, cuando algo sale mal, en vez de escuchar o ver las razones, tratan de lapidarte. Yo siempre me he crecido ante las adversidades y en aquel momento dije que Llerena iba a tener plaza de toros fija. Mi gran satisfacción es que hoy Llerena la tiene. Otro tema que me sentó muy mal fue la cacicada, que no tiene otro nombre, de quitar la ITV que estaba asignada a Llerena para ponerla en Azuaga, simple y llanamente, porque allí gobernaba el PP y aquí el PSOE. Hubo una amenaza de los concejales populares de Azuaga de que si se ponía aquí se iban. Me sentó muy mal porque todos los datos que había avalaban que la ubicación geográfica que era mejor para ese servicio era Llerena, pero, en fin, eso ya ha pasado.

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- ¿La política le ha cambiado como persona?

-La política me ha hecho ser más reflexivo. Muchas veces eres muy impulsivo ante muchas situaciones. En política tienes que fijar criterios. Una vez que estás gobernando, estás gobernando para todos. No puedes decir que a este le vas a decir que sí y a este que no en situaciones similares porque estás muerto políticamente, no eres creíble, y, además, yo no me sentiría bien conmigo mismo. He tenido que tomar decisiones y algunas ha habido gente a las que no les ha venido bien, pero puedo asegurar que nunca lo hice para hacerles daño, sino porque lo hacía por el interés general. En la vida no es todo blanco y negro, hay muchos grises. Te das cuenta que hay muchas perspectivas diferentes desde donde puedes mirar las cosas. Vivimos la vida como si fueran afirmaciones, cuando realmente estamos haciendo juicios. La gran satisfacción que tengo es que me he llevado bien con todos los grupos políticos porque creo que soy una persona dialogante. Siempre he pensado que todo el mundo tiene algo que aportar y puede tener una visión mejor que la tuya.

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